Thailandia Chiang Mai

 Chiang Mai, Thailandia— miércoles, 24 de octubre de 2012

Llegamos de Bangkok algo insatisfechos, llevamos en Tailandia 4 días y aún no hemos visto el mar, algo imprescindible en nuestros viajes. De momento tenemos que esperar a llegar a Phuket.

Es miércoles 24 de octubre, estamos cansados, nos hemos levantado a las 4 de la madrugada y son las 12 de la mañana. Llegamos al hotel Empress, dejamos las maletas y bajamos a buscar a nuestra guía, habíamos quedado con ella a las 2 de la tarde.

A través de Internet encontré una agencia en Chiang Mai que tenían guías de habla castellana. Aunque en Tailandia con un nivel bajito de inglés te puedes defender, no queríamos renunciar a intentar contratar las excursiones en castellano, el idioma puede marcar la diferencia. La agencia es http://www.viajetailandia.com/index.html, os la recomiendo sin ningún tipo de reservas. Nong es su directora y el trato es increíble. Las excursiones que hicimos con ellos son exclusivas, una van con aire acondicionado para nosotros solos, agua fría y toallitas heladas para refrescarte. En Chiang Mai íbamos a estar tres días con lo que contratamos excursión para esos días.

El mismo día 24 por la tarde estuvimos toda la tarde con Nong que puntualmente nos recogió en nuestro hotel. Nos llevó al Templo más famoso del norte, Doi Suthep. Afortunadamente Nong nos contó muchas cosas de la forma de vivir del Tailandés, después de haber estado con Antonio Bragetazo tres días en Bangkok, seguíamos sin saber ninguna curiosidad sobre Tailandia.

El Templo se encuentra en la cima de una montaña a unos 10 kilómetros del centro de Chiang Mai. Es una delicia, en este Templo pude apreciar esa espiritualidad que envuelve al Budismo.

Es una suerte que el Templo estuviese casi vacío, apenas unos cuantos tailandeses y turistas bien pocos. El mes de octubre es un mes tranquilo en el norte de Tailandia, los turistas esperan a noviembre que termina la época de lluvias. En los trece días que estuvimos en Tailandia no vimos la lluvia, un sol increible.

El templo data de 1383, la leyenda dice que fue un elefante blanco quien decidió el lugar para su construcción. Pusieron un Buda encima del elefante y este se paró al llegar a la cima de esta colina, hizo sonar su trompa y murió exhausto. Esto hizo pensar que el elefante blanco fue quien decidió que el templo se tendría que construir en esa colina, sus vistas son espectaculares, en días claros puedes contemplar Chiang Mai. Para mi este Templo no ha sido el más bonito de Tailandia, pero sí que ha sido el Templo con más encanto, seguramente el sol, la temperatura templada del norte y la compañía de nuestra guía Nong, tuvo mucho que ver para que volviésemos al hotel con la sensación de haber pasado una tarde inolvidable.

Por la noche cenamos en el hotel y dando un paseo nos fuimos al mercado nocturno. En Chiang Mai podrás comprar a mejor precio que en Bangkok, también es más fácil encontrar cosas de artesanía.

Es jueves 25 de octubre y nos levantamos después de haber pasado una noche sin apenas dormir, la temida gastroenteritis nos vino a visitar a media noche. Algo comimos en la cena y nos estropeo nuestra excursión para ir a montar en elefante. Bajamos a recepción donde Nong esperaba, le comentamos que no teniamos fuerzas para ninguna excursión, nos dijo que no nos preocupáramos que al día siguiente podríamos hacer la excursión en lugar del tour por la ciudad y los mercadillos de artesanía, excursión que también habíamos contratado para el día siguiente. No solo no nos cobró la excursión, se ofreció para que la llamásemos por teléfono en el caso de que estuviésemos mal y que ella hacía de interprete si necesitábamos ir al hospital.

Durante el día nos recuperamos y decidimos irnos a explorar Chiang Mai por nuestra cuenta, fue relajado, queríamos guardar fuerzas para poder ir al campamento de elefantes al día siguiente.

Es viernes día 26 y afortunadamente nos encontramos fenomenal y preparados para nuestra excursión con los elefantes. Llegamos al campamento Chiang Dao a las 8 de la mañana, no os podéis imaginar la gozada de estar en un entorno tan natural rodeados de elefantes y “solos”, ningún turista. Después de dar una vuelta por el campamento, nos montamos en nuestro elefante y comenzamos uno de los paseos más alucinantes. Nunca pensé que un elefante pudiera caminar por los lugares que anduvimos, en plena selva por caminos súper estrechos y llenos de vegetación, donde apenas entraba la luz del sol. Después de una hora llegamos a una tribu donde casi todo el mundo aun dormía, éramos los primeros turistas que llegamos y todavía no tenían montados todos puestos de artesanía. Estuvimos un rato y de vuelta a lomos de nuestro elefante, continuamos nuestra excursión.

La vuelta la hicimos por el rio, fue un paseo muy especial, los sonidos de la selva y el chapoteo del agua al paso de nuestro elefante, aun lo escucho muchos días.

Anduvimos con nuestro elefante durante una hora y media y luego en el campamento pudimos ver como se bañaban. Bajamos el rio en unas balsas de bambú, donde el paraje nos dejó mudos, íbamos solos con nuestro barquero, no dejábamos de concentrarnos en el intento de que ese día se nos quedará en nuestras mentes grabado a fuego. Creo que lo conseguimos, aún recuerdo ese día como uno de los mejores de nuestro paseo por Tailandia y todavía ese día nos quedaba otra experiencia increíble.

De nuevo volvimos a la van, nos quedaba visitar a los tigres y una plantación de orquídeas. De camino paramos en un pueblo para ver un mercado local. Súper autentico, los único turistas nosotros. Pollos en palanganas con cubitos de hielo, frutas y verduras que no conocíamos, insectos fritos, etc. No hubiese comido nada de lo que vendían pero como curiosidad mereció la pena.

Comimos en el templo de los tigres. Ni por asomo pensamos que íbamos a cometer la locura de meternos en jaulas con los tigres y que nos íbamos a revolcar jugando con ellos. Increíble la experiencia de poder acariciar y tocar a un animal semejante, el primer contacto es alucinante, piensas que de un momento a otro vas a salir corriendo, pero según lo tocas tu corazón se va calmando y vas siendo consciente que una experiencia como esa no la puedes desperdiciar. Cuando salí por la puerta prometí que nunca más volvería a hacer algo similar.

Este día fue uno de los mejores de nuestro viaje, aunque todavía no sabíamos que no sería el único. La exclusividad de las excursiones nos hicieron disfrutar el doble de todo, normalmente estas excursiones te las ofrecen los tour operadores con autocares con un mínimo de 30 personas. Lo alucinante es que nos salieron mas economicas con esta agencia de Chiang Mai.

Al día siguiente teníamos un vuelo a Phuket, salimos de Chiang Mai con el sentimiento de que teníamos que volver.

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2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Hola Maribel, que bellas tus fotos. Quería preguntarte sobre los tigres: como lograron entrar a las jaulas sin peligro? Ya los tigres habían comido o están acostumbrados a recibir visita o como fue posible? Me encantan los felinos por eso tengo tanta curiosidad! saludos!

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    1. Avatar de maribelrodri maribelrodri dice:

      Rebeca están acostumbrados desde que nacen a tener contacto con los humanos. Entras con cuidadores y se comportan de forma muy tranquila. Pasamos miedo, pero supongo que es parte de la experiencia. Nos pareció seguro, pero supongo que como todo tendrá su riesgo. Solo decirte que tocar a un animal así es una experiencia que nunca podré olvidar, también te digo que creo que no lo volveré a hacer nunca, con una vez creo que es suficiente 😉

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