Atrás hemos dejado el sol, las playas, las caipirinha, las bahianas, etc.,. y de nuevo habitamos entre el asfalto de Madrid, alumbrados por la luz eléctrica de nuestras oficinas, la música de las teclas de nuestros ordenadores y el resplandor de una pantalla, que te muestra un buzón de correo donde no dejan de entrar…