Este fin de semana he pasado por primera vez por la carretera de Cardiel, a lo lejos se divisa tu encina, “la más alta”. Rosa dice que siempre te imagina sentado debajo de la encina, contemplando el horizonte, me gusta pensar que en esa tranquilidad pasas tus días, que desde tu cielo sigues contemplando y disfrutando del transcurso de la vida
Mama está muy triste, Carlitos dice que es normal que tiene que reinventar su vida. Yo te echo mucho de menos, todavía no soy capad de entender todo lo que ha pasado, atrás he dejado esos días vividos en Ceuta, pero tu último suspiro me ha dejado helado el corazón, intento arroparlo con tu recuerdo, pero no reacciona, no entra en calor.
El día 3 de noviembre nos vamos de viaje. Costa Rica es nuestro nuevo destino, se me hace raro no poder contarte los planes de nuestro viaje, pero en el fondo, sé que desde “tú cielo” , sentado en tu encina, nuestras vidas no te pasan inadvertidas. Los días transcurren y la tristeza sigue presente, no puede dejar de pensarte, de sentirte, de echarte de menos. La maldita muerte está en todo lo que hago, pienso o siento.